miércoles, 8 de agosto de 2012

Identidad y Moda

Lo que se vende en los últimos tiempos bajo el nombre de moda no es simplemente "estilo" sino " identidad". Nuestra sociedad ha proyectado las más diversas ilusiones humanas en los productos de consumo.

De este modo hemos llegado a vender apariencias como identidad. La forma de vestir no ha de ser sólo inteligible, debe tener también un toque de distinción, que constituye el sello personal. La sociedad impone una serie de tendencias que la mayoría de las personas tienden a imitar y adaptarlo a su estilo. Solemos decir que una persona tiene mucho estilo cuando sabe sacarle el mayor partido a la ropa, a los complementos, incluso cuando sabe "customizar", es decir saber aprovechar una prenda antigua,añadiendole motivos que la hagan más atractiva para que mantenga un equilibrio con la moda en la que vivimos.

 Saber comunicar elegancia, sencillez, naturalidad, etc; es otro de los puntos a destacar, sin jactarse nunca demasiado de las marcas que nos visten, de marcar estilo o de ser un modelo a destacar en la sociedad. Para mi gusto, de esa manera solo dejariamos ver una actitud demasiado engreída, la clave está en darse la importancia justa y necesaria y acorde a cada momento.

Hay quienes buscan, más que exhibir la intimidad, rebelarse, y la vulgaridad es la manera más rápida y cómoda de hacerlo. Mireille Meján decía que " La vulgaridad puede entenderse como actuar sin fundamento, sin jerarquizar ni valorar, dando importancia sólo a lo superficial". Por ello hay que saber insinuar, enseñar sin acabar de mostrarlo todo, ese hecho creará interés a las personas que nos rodean, nos hará más atractivas y el misterio será el protagonista.


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